“SIEMPRE TUVE EN CLARO QUE LA DOCENCIA ERA MI VOCACION”
1) ¿Cuándo y dónde naciste?
Nací en Dolores, el 9 de marzo de 1947, bajo el signo de piscis.
2) ¿Dónde cursaste la escuela primaria?
Mi papá tenía un trabajo por el que viajábamos mucho. Entonces anduve por varios lugares y sufría porque cuando encontraba amigos al tiempo me tenía que ir y dejarlos. Incluso viví en el sur con indios mapuches; una anécdota: mis padres les enseñaban a leer y a escribir en mi casa. También viví en un pueblo llamado Coronel Dorrego donde cursé unos años la escuela primaria. Tenía una maestra muy buena. Un día mi papá me dijo que nos íbamos a vivir a un pueblo llamado Lezama, yo lloraba mucho porque iba a extrañar a mis compañeros. Mi maestra como me veía tan triste le pidió a mi papá que me dejara con ella!! Por supuesto que mis padres no me dejaron y nos vinimos a Lezama. Aquí cursé la primaria en la Escuela 12.
3) ¿Por qué estudiaste maestra?
Siempre tuve claro que la docencia era mi vocación. Mis padres no querían que estudiase maestra, sino farmacia. Yo lloraba mucho porque ya me habían anotado pero finalmente me complacieron y me anotaron en la Escuela Secundaria Cristo Rey. En esos años, egresabas del secundario con el título de maestra. Así que en el año 1966 me recibí, tenía 17 años y me sentí muy feliz. Se concretaba mi sueño.
4) ¿Cómo fue tu trayectoria en la escuela?
Luego estudié maestra jardinera, viajaba todos los días a Dolores a cursar pero tuve que dejar porque me enfermé, y estudié Lengua a distancia en la Universidad de Mar del Plata, lo que me permitió dar clase en el secundario. Empecé trabajando en el año 1967 en el jardín, que en aquellos años se llamaba “Santa Teresita”, estuve allí cuatro años. Trabajé de preceptora en el Instituto Cristo Rey (secundaria) y en “Mi Nidito” y en el jardín 902. Hasta que, en el año 1970, surgió una vacante en la Escuela Cristo Rey porque la maestra de 5º grado se había casado y se iba a vivir a Buenos Aires y me llamaron para ocupar su lugar. Desde ese momento ingresé a la escuela, donde permanecí 40 años. Quiero destacar que todos mis trabajos los hice con mucho placer.
5) ¿Nos contás anécdotas de tu paso por la escuela? ¿Te acordás de todos tus alumnos?
Tengo muchas anécdotas y recuerdo a cada uno de mis alumnos. En especial les voy a contar anécdotas sobre mis primeros alumnos: les cuento que cuando me casé, algunos me hicieron la guardia y otros estuvieron de monaguillos. En aquella época vivía en una quinta y ellos venían todos los sábados a pasar el día a casa. Mi marido les cocinaba, ellos comían y jugaban toda la tarde con nosotros. Es un hermoso recuerdo. También tengo un recuerdo triste porque uno de ellos falleció en un accidente, hecho que marcó mucho mi carrera y la niñez de sus compañeros. Fue muy difícil recuperarse de aquel terrible episodio.
Otra anécdota que les quiero contar es sobre los primeros años de esta escuela. En aquella época trabajábamos en condiciones muy duras, así el frío que se sentía porque no había muchas paredes y puertas como hoy, ni calefacción. Para todas las maestras la escuela fue como nuestra casa, la vimos construirse y formarse día a día. Nosotros la cuidábamos y limpiábamos. Nunca nos tomábamos licencia ni faltábamos a clase. Les cuento que en aquella época no había licencias ni por parto. También me acuerdo que cuando era alumna de la secundaria, el Padre Mario nos hacía venir de a dos chicos/as, los días sábado, a las 8 de la mañana a hacer limpieza general en la escuela. El Padre andaba con botas de goma por toda la escuela; teníamos que barrer, baldear, lavar vidrios, y si lo hacíamos mal volvíamos al sábado siguiente!!
Les cuento una anécdota de cuando era alumna del secundario. Mi promoción fue la primera en viajar a Bariloche. Como no teníamos dinero, juntábamos botellas, cartones y papeles y los vendíamos, también organizábamos matinée en el Club Independiente. Y así reunimos el dinero para pagarnos el viaje. Viajamos en tren durante 24 horas con estudiantes de muchos lugares. Fue hermoso. Pero el día que nos teníamos que volver se declaró una huelga de trenes y nos quedamos varados en Bariloche sin un peso en el bolsillo. Nos ayudó un familiar de Cuqui Marinacci que nos hospedó durante tres días y sobrevivimos a fideos blancos!! Ja ja ja. Ella también nos prestó un dinero (que luego nuestros padres le devolvieron) que le giraron por el banco para pagar los boletos de vuelta y regresamos. El micro nos dejó en la ciudad de Lobos adonde nos fueron a buscar.
6) ¿Por qué te jubilaste?
Porque no quería cansarme ni irme mal. Cuando uno comienza a hacer las cosas sin ganas ya no sirve. Los docentes trabajamos con personas, y es muy triste estar con ellos sin ganas ni entusiasmo. Entonces decidí retirarme antes que eso me suceda. Me fui muy bien y conforme con mi decisión.
7) ¿Volverías a la escuela?
Nunca me fui de la escuela porque la siento una parte mía. Mi ciclo ya terminó pero por supuesto que volvería con mucho placer.
8) ¿A que te dedicás hoy?
Estoy por debutar como secretaria de mi hijo Facundo que puso un consultorio odontológico.
(Contamos que Mabel también hace mucha actividad física y está al frente del Grupo ALCO, dedicado al cuidado de la salud).
9) ¿Qué recuerdos tenés de nuestro grupo?
Recuerdo a cada uno de ustedes, especialmente el día que tomaron su Primera Comunión y el día de la Ceremonia de Velas.
NOTA: Mabel está casada con Roberto Bufill y tiene tres hijos: Flavia, Roberto y Facundo. Está a punto de convertirse en abuela por primera vez en el mes de noviembre.
GRACIAS MABEL PORQUE CON TU ENTREGA, DULZURA, COMPRENSION, AMOR Y COMPROMISO FUISTE UNO DE LOS PILARES EN LA FORMACION DE NUESTRA QUERIDA ESCUELA!!!!
Entrevista realizada por los alumnos de 6º año